El comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo se ha sentado este viernes por primera vez en el banquillo de los acusados por una de sus numerosas causas pendientes, donde se le acusa de difamar al que fuera director del CNI Féliz Sanz Roldán y de denuncia falsa. 

Así, antes del comienzo del juicio, ha solicitado a través de su abogado ante el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid poder realizar él los interrogatorios a los testigos, incluido a Sanz Roldán y a la empresaria y antigua pareja del Rey Juan Carlos, Corinna Larsen.

Claves del juicio a Villarejo con Corinna Larsen de testigo: comienza la guerra entre el exdirector del CNI y el comisario

El juez, tras escuchar la posición de Fiscalía y Abogacía del Estado ha decidido que no sea así y que sea el propio abogado, Antonio José García Cabrera, quien sea portavoz de la defensa en los diferentes interrogatorios. El comisario está registrado desde 2009 en el colegio de abogados, con lo que legalmente estaba capacitado para hacer el interrogatorio. 

En este juicio contra el comisario, el primero que se celebra contra él, la Fiscalía Provincial de Madrid solicita para él dos años de cárcel, uno por el delito de denuncia falsa, y otro año por el delito de calumnias contra el que fuera director del Centro Nacional de Inteligencia Feliz Sanz Roldán.

El abogado en el turno de cuestiones previas ha pedido que sea el propio Villarejo quien en su condición de acusado y abogado pudiera ejercitar este derecho a conducir él sus intervenciones. Además solicitaba que se alterara el orden de declaraciones para que declarar el último tras conocer los testimonios de cargo ya que así "facilitaría el esclarecimiento de la verdad".

El juez Jesús de Jesús ha rechazado las cuestiones previas, y respecto a que fuera el propio acusado quien ejerciera de abogado ha indicado que si bien existe el derecho del acusado a interrogar por si mismo, la norma apunta que también se puede realizar a través de su representante, por lo que no hay indefensión.

El fiscal ha puntualizado además que Villarejo, que se ha personado con una mascarilla con la bandera de España, al estar sentado en la vista junto a su abogado, podía sugerir al portavoz las cuestiones y preguntas que considerara pertinentes.

Entre otras cuestiones previas, el abogado de Villarejo también solicitaba la suspensión del plenario por falta de tiempo para prepararlo dado que el temporal de nieve Filomena le había imposibilitado visitar a su cliente en la cárcel de Estremera, a lo que ha respondido el juez que no procede.

El fiscal ha recordado que el escrito de acusación data de principios de 2019 por lo que el letrado ha tenido tiempo de sobra para preparar la vista. Tras estas cuestiones previas, el juicio ha arrancado con al declaración de Villarejo a preguntas de Fiscalía y Abogacía del Estado. 

Las declaraciones de Villarejo

El excomisario José Villarejo ha declarado en el juicio que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le pidió que se reuniese con Corinna Larsen en Londres y puso los medios para grabar el encuentro.

Asimismo, el acusado ha reconocido que denunció a Sanz Roldán porque entendía de una "gravedad inusitada" que hubiera filtrado a la prensa una fotografía en la que aparecía él en Melilla en una operación antiterrorista. Una imagen que, según él, "única y exclusivamente" solo podía tener el CNI. 

Del mismo modo, Villarejo ha contado que en una comida, que no ha sabido concretar si fue con el ministro o con el secretario de Estado de Seguridad, se le trasladó que el CNI quería encargarle algo, y que más tarde desde el organismo le dijeron "que era muy importante recuperar una serie de documentos para la seguridad del Estado".

A raíz de ahí, mantuvo muchas reuniones con la empresaria Corinna Larsen; intentó "convencerla, seducirla" y ganarse su confianza porque era su "trabajo", y considera que actuó en defensa de la Monarquía y del Estado porque la empresaria "se había hecho con documentación comprometedora para los intereses de España".

Y es que, según su versión, Larsen le reconoció que estaba "aterrada" y amenazada de muerte por su relación con el rey emérito, Juan Carlos I, en una conversación que mantuvo en Londres y que fue grabada por el propio CNI. Al igual que ha expresado que no entiende cómo Sanz Roldán fue a "amenazar de muerte a esa mujer" y no envió a "alguien anónimo" como él.

Tras él, la empresaria ha declarado por videoconferencia desde Reino Unido que le aterrorizaron las reiteradas amenazas que recibió de Sanz Roldán, quien sin embargo ha negado en rotundo que la amenazase y ha asegurado que nunca se ha reunido con Villarejo.

Villarejo y el CNI

Por otro lado, aunque el excomisario ha dicho no tener "nada en contra" del CNI, ha vuelto a situar el origen de sus problemas judiciales en su enemistad con Sanz Roldán, quien, según Villarejo, tenía una "cuestión obsesiva" contra él a raíz de que le denunciase y a quien ha calificado como "el hombre más importante de este país, que tiene asustado a todo el mundo".

El acusado sostiene que hubo una "operación perfectamente pergeñada" para eliminarle por haber denunciado a sus superiores irregularidades en "una serie de movimientos de cuentas" donde se "mezclaban comisiones con fondos reservados".

A raíz de ahí, según su versión, comenzó un "montaje" por el que tuvo declarar ante el juzgado por causas relacionadas con Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el pequeño Nicolás, o la doctora Elisa Pinto.

Tanto es así, que ha querido mencionar que una fuente "muy importante", que no ha revelado, avisó del atentado que iba a ocurrir en Las Ramblas, pero el CNI "dijo que no era fiable porque antes había trabajado para ellos pero en realidad era un espía marroquí".